Un poco de música..

sábado, febrero 13, 2010

LA CASONA - DESGARRADO..



Descansar. Si, nada mas fácil que hacer. Si no estuviese tan cansado.

Más que eso, lo que estoy es preocupado. La puñetera sonda..
Odio la puñetera sonda, porque seguro que el hecho de ponermela encierra algún otro propósito. No me creo que sea simplemente por que no me mueva en toda la noche.

Porque, vamos a ver.. Desde que llegué. ¿Cuando pude una noche moverme a mi antojo?. Si descontamos la primera noche en que casi me quedó tieso en el cobertizo, ninguna otra pude moverme con libertad.

Y esa única noche, no me sirvió absolutamente para nada tener libertad de movimientos, porque estaba helado, y lo que menos quería era moverme.

Entre que estoy agotado, y que si me muevo podría producirme un desgarro. Es lo ideal para conciliar el sueño.

Se quedó dormido, al intentar moverse, sintió un dolor lacerante que le atravesaba ambos muslos, y entonces, despertó sobresaltado.

Al día siguiente, escuchó abrirse la puerta, y levantó la cabeza.
Algo totalmente inútil, porque con el antifaz puesto no podía ver nada.

- Veo que ha sido una noche tranquila, y te has divertido un poco.
- Si mi ama, como diga.
- En cualquier caso, nada que un chorrito de alcohol no solucione. - Dijo mientras vertía un buen chorro sobre la herida.

El alarido no se hizo esperar.
- Lo siento mi ama, no quería chillar.
- ¿Me podría decir si es grande la herida o si me he desgarrado?. Por favor, mi ama.
- Apenas te has hecho nada, pero será mejor descansar la zona, no queremos que se vaya a infectar, ¿verdad?.
- No mi ama, como diga.
- Voy a sacarte las ahujas y dejaremos descansar tus muslos hasta que se repongan. Has debido de dar un tirón fortisímo, si no llego a pasar la cuerda alrededor de tus muslos, y la hubiese dejado simplemente enganchada a las ahujas, estarías desgarrado de arriba a abajo.
- Ahora te va a escocer un poco, nada de chillar, ¿entendido?.
- Si, mi ama, como desee.

El mordió los labios con cuidado y sofocó un grito en su garganta, mientras ella le sacaba las ahujas con un pequeño tirón, y lo bañaba todo con abundante alcohol.

Después notó algo apretado que rodeaba sus muslos y entonces le quitó el antifaz.
- Gracias mi ama. - Dijo aún parpadeando e intentando ver.
- Espérame un rato.. Hoy aún no nos hemos divertido.

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