LA CASONA

Apenas podía mantener la cabeza fuera del agua lo suficiente como para tomar un poco de aire y volvía a hundirla. Debía de dejar el cuello estirado hasta el último milímetro y ello le costaba un gran esfuerzo.

De pronto cerró el grifo, y le miró riéndose..

- Te veo bastante cómodo, y yo creo que con un poco de sed, a fin de cuentas no tienes de que quejarte, ni siquiera lleva jabón.. - Dijo riéndose a carcajadas.

Haciendo un esfuerzo sacó un rato la cabeza del agua, y aprovechó sus ya escasas fuerzas para contestarle.

- Si mi ama, como desee.

De pronto se le acercó y para su sorpresa le sacó la cabeza fuera del agua.

- Gracias mi ama.

- Nada de gracias, no gastes energías que las vas a necesitar todas, y toma aire.

La miró con ojos asustados, mientras tomaba la mayor bocanada de aire que fue capaz de lograr.

Uy uy.. eso no suena demasiado bien, tomar aire todavía.. pero.. eso de que necesitaré todas mis energías.. uffff, prefiero no pensarlo..

- Bueno, vamos a jugar un poco. - Dijo mientras le sumergía la cabeza en la bañera y la empujaba hasta que tocó el fondo.

- Empezaremos con 30", será divertido..

Mierda.. odio la puñetera bañera.. Sentir el pecho como si fuese a estallar, mientras veo como poco a poco me voy quedando sin aire, sin saber cuanto tiempo mas pretenderá tenerme sumergido.. uffffffffff

- A ver que tal estás.. - Dijo sacándole la cabeza del agua.

El tosió y se apresuró a tomar varias bocanadas de aire nervioso.

- Bien, voy a divertirme un rato más 30 segundos no son nada para ti.. - Dijo empujándole de nuevo hacia el fondo.

Ufffffff, nunca hubiese imaginado que treinta segundos durasen tanto, se vuelven eternos. No se cuanto más aguantaré, antes de suplicarle que pare. Se que no le gustará, pero.. Odio la puñetera bañera..

Al rato le sacó la cabeza del agua, el se afanaba en respirar entre toses..

- Te dejaré descansar un ratito, te vendrá bien. - Dijo mientras bebía un poco de Cola y se reía.

LA CASONA - BAÑO REFRESCANTE..

El hielo lentamente se iba derritiendo y encharcando el fondo de la bañera que tenía el tapón puesto.

La vela ya casi estaba totalmente consumida, y el mientras tanto no podía dejar de temblar..

- Bueno, mientras voy a por otra vela, y una Cola para mí, descansa un poco. Te vendrá bien.

- Si, mi ama, como desee.

ufffff, estoy más que helado.. Que frío.. si no me quedo tieso de esta, jamás lo haré. Me estoy helando.. Y ya casi ni siento los pezones, primero tanto frío, y ahora cera y más cera.. ufffffff

Al rato volvió con una Cola, la abrió y le preguntó..

- ¿Tienes sed?. ¿Se te apetece beber algo bien frío?. - Dijo riéndose a carcajadas.

- No mi ama, preferiría no beber, pero beberé si así lo desea.

- Por supuesto que beberás.. Te vendrá bien para relajarte un poco.

- Si mi ama, como desee.

- Creo que reservaré la vela para después, será mucho mas divertido..

- Si mi ama, como desee.

- Además, ya casi no queda hielo.. y eso no puede ser..

Abrió el grifo de la bañera a tope, el agua completamente helada comenzó a salir y a cubrir poco a poco su cuerpo.

Algo bueno tendrá el agua, me quedaré más tieso de lo que estoy pero mis pobres huevos podrán al fin refrescarse.. Oh, cuanto deseo que el maldito chorro de agua los cubra.. Ojalá pudiese dejar de temblar..

El agua fría subía ya sobre sus hombros y había alcanzado sus pezones refrescandolos del cruel castigo al que habían sido sometidos.

Oh, mis huevos.. que bien les sienta el agua fría. Que maravilla..

El agua seguía subiendo poco a poco cubriendo su cuerpo lentamente..

- Así estás un poco mejor, ya te veo mucho más cómodo..

- Si mi ama, como diga.

Abrió otra Cola mientras le miraba y se reía a carcajadas viéndole hacer esfuerzos por mantener la cabeza fuera del agua.

LA CASONA - CONGELADO..

De pronto sacó otra de las ahujas con fuerza, pillándole totalmente desprevenido, el respingo no se hizo esperar.

Mientras tanto sus pezones estaban completamente tiesos de frío.

- Aún no me divierto lo suficiente.. Te faltan un par de detalles para estar más cómodo. - Dijo riéndose

- Si mi ama, como diga.

- Tienes el pecho un poco frío, y eso no puede ser. Hay que solucionarlo un poco..

Uy uy.. si ha dicho que está demasiado frío eso es que sin duda se le ha ocurrido algo. Si, pero.. ¿El que?. Nunca había estado tanto tiempo dentro de una bañera.. Y eso de que diga que estoy muy frío.. O mucho me equivoco o me las va a hacer pasar putas.. Uf.. uf..

Cogió el hielo y lo esparció por sus costados rodeando su pecho, y bajando hacia sus pantorrillas. El empezó a temblar de frío.

- Ya estás un poco mejor, pero aún no lo suficiente a mi gusto. Trata de no moverte.

- Si mi ama, lo intentaré..

Al rato volvió y esparció hielo por entre sus muslos, teniendo mucho cuidado con esquivar sus huevos.

- ¿Tienes un poco de frío, verdad?. - Dijo riéndose al verle temblar y castañetear los dientes..

- Si, mi ama, te.. tengo un po.. poco de frío.. - Dijo temblando de la cabeza a los pies.

- Eso hay que solucionarlo, y rápido.. - Dijo mientras le regaba con la cera a unos diez centímetros de sus huevos..

Uffffffff.. mierda de cera, está mucho más caliente que los otros días. Y todo ese hielo.. ¿Que se propondrá hacer?. Me mosquea mucho la combinación del hielo y las velas..

Repentinamente regó con abundante cera sus pezones.. Y quitó la cera que cubría sus huevos, ya cuajada..

- No querrás no sentir un poco de calor, ¿verdad?..

- Como mi ama diga.

El hielo se derretía de tal suerte que estaba casi quemándose en pezones y huevos, y sentía el resto del cuerpo totalmente helado.

LA CASONA - LA TIRITA..

La cera resbalaba delicadamente sobre sus huevos gota a gota, cada vez mas cerca, cada vez mas caliente.

Resbalaba lentamente entre sus huevos y empezaba a llegar a su escroto, aún mas cerca que antes.

Pero no podía hacer el menor movimiento para evitarla, la barra separadora le impedía tratar de juntar las piernas, y las mancuernas tratar de incorporarse.

- Te veo demasiado relajado.. Y se me apetece divertirme..

- Mientras la cera se derrite un poco voy a buscar algo con que distraerme. Trata de no moverte. - Dijo riéndose a carcajadas.

- Si mi ama, no me moveré.

Como si pudiese moverme. Uff, joder con la vela, quema el doble que otros días, o igual es por haber estado semi-encerrados tras el cinturón de castidad.

Pero la verdad es que la puñetera cera me está abrasando..

De pronto, escuchó pasos acercarse y supo que ya había vuelto.

Tembló asustado y esperó.

- Ni un movimiento. ¿Estamos?.

- Si mi ama, como diga.

De pronto, para su sorpresa notó algo helado sobre cada pezón.

- ¿Hielo, mi ama?.

- Si necesitas enfriarte un poco.. - Dijo riéndose.

- Y también entrar en calor. - Dijo volcando la cera sobre sus huevos apenas a cinco centímetros de ellos.

El grito no se hizo esperar, la pilló tan de sorpresa, que le resonó en los oídos.

- Lo.. lo siento mi ama, no pretendía chillar tan alto.

- Necesitas estar un poco más cómodo. - Dijo mientras le quitaba una ahuja.

- Oh, muchas gracias mi ama.

- Aún no he terminado. - Dijo mientras vertía abundante cera sobre la herida dejada por la ahuja.

- Ya está, ya tienes una perfecta tirita. No te quejarás..

El hielo mientras tanto seguía derritiéndose, bajaba por su torso, dándole escalofríos y chorreaba hacia su ombligo.

LA CASONA - SOLO UNAS GOTITAS..

Clavó la otra ahuja en su muslo, a escasos centímetros por debajo de la primera.

El abrió los ojos asustado, la miró y vió con sorpresa que tenía más ahujas.

- Bueno, dos ahujas más y habré terminado por hoy. No quiero manchar mucho la bañera.

- Si mi ama, como diga.

Uff.. dos puñeteras ahujas más. Son enormes, estoy seguro de que me han hecho hasta herida. Joder y pretende clavarme otras dos.. uffffff

Mierda, no quiero verlo.. y para colmo el puñetero cinturón apretandome, como puedo empalmarme en un momento como este, joder..

Ahogó un grito en su garganta, mientras mordía los labios con cuidado, y se puso rígido al verla coger otra ahuja.

- Venga, la última ahuja por hoy, sino me vas a dejar la bañera muy sucia y no puede ser. - Dijo riéndose.

- Si, mi ama, como desee.

Con un rápido movimiento de muñeca le clavó la última ahuja, el grito no se hizo esperar.

- Lo.. Lo siento mi ama, no pretendía chillar.

- Es cierto necesitas un descanso y de paso te has ganado un pequeño premio por tu grito. - Dijo mientras posaba el resto de las ahujas y abandonaba la habitación.

- Hagamos esto un poco mas divertido.. - Dijo mientras le ponía de nuevo el antifaz cubriéndole sus ojos.

- Si mi ama, como desee.

Encendió una vela negra y la dejo ardiendo sobre un platito, y mientras la vela se iba llenando de cera derretida, cogió la llave y abrió su cinturón de castidad.

- Muchas gracias mi ama.

Uy uy.. si abre el cinturón dudo mucho que sea simplemente para dejarme correrme a gusto. No, aquí hay gato encerrado, seguro.

No se lo que pretenderá hacerme, pero el cinturón quitado, y un puñetero antifaz para que no vea nada, solo puede significar, que algún otro cruel castigo se le ha ocurrido

De pronto, las primeras gotas de cera derretida cayeron suavemente sobre sus huevos.

LA CASONA - UN RELAJANTE BAÑO..

Un relajante baño.. Claro, muy muy relajante, tanto que acaba de empezar y ya no puedo apenas mover los brazos, cuanto más cuando al peso de las mancuernas, se una el del agua. No podré mover ni un músculo.. Pero.. ¿Cuantas mancuernas tiene?. Y sobre todo.. ¿Qué se propone hacer en la bañera?.

Posó en la bañera varias mancuernas que unió con una cadena entre sí, y por medio de otra brida, las unió a la brida de su tobillo.

- Mucho mejor, otra cosa, te lo diré una vez solamente.

- Si mi ama.

- Como la bañera sufra el menor desperfecto te arrepentirás toda tu vida. ¿Ha quedado claro?. - Dijo mirándole severamente.

- Si mi ama, no se preocupe, ni notará que he estado en la bañera, se lo aseguro.

- Comprobemos lo fuerte que estás.. Intenta levantar tu muñeca derecha.

- Si mi ama, como diga.

- Venga, que no se diga. ¿No se supone que eres fuerte?. - Dijo riéndose

- Lo siento mucho, mi ama, apenas puedo moverlo unos centímetros y temo estropear la bañera..

- Aún faltan tus codos y rodillas.. ¿O creías que se me había olvidado?. - Dijo mientras cogía unas mancuernas aún mas grandes y las colocaba sobre ambas articulaciones.

- No, mi ama, se que no se olvidaría.

- Bien, ahora solo falta un detalle.. - Dijo mientras cogía una barra separadora de piernas y la unía a sus tobillos, dejándoselos trabados.

- Procura no mancharme la bañera en exceso o te tocará fregarla hasta dejarla como recién comprada..

- Si mi ama, como diga.

Cogió una ahuja afilada y atravesó la piel del muslo con facilidad y descendió unos centímetros muslo abajo.

El ahogó un grito en su garganta y palideció.

Cuando aún no se había recuperado de la primera ahuja la vio acercarse con otra ahuja y cerró los ojos asustado, mientras apretaba los puños con fuerza.

LA CASONA - LA PRUEBA..

A la mañana siguiente abrió la puerta del armario y lo encontró apoyado en la pared, con las muñecas retorcidas para poder aproximarse a la pared y ambos bloques en el suelo.

- Perdóneme mi ama, por favor. Han debido de caerse cuando me quedé dormido.

- Le aseguro de que han estado sobre mi espalda un buen rato. Aun con trapo y todo me escuece. Perdóneme mi ama, por favor.

- Por supuesto que si, además te hace falta un día de descanso. - Dijo mientras le quitaba las esposas y el collar, dejándolas unidas a la cadena.

- Ves tu cuarto de esta noche, ¿verdad?.

- Si mi ama, pero, no entiendo muy bien porque lo dice.

- Te lo digo porque ahí es donde descansarás el resto de la semana, a menos que quede realmente satisfecha de como te comportes hoy. ¿Quedó claro?.

- Si, mi ama, como diga.

- Vamos a divertirnos un rato antes del desayuno, te vendrá muy bien. Acompáñame.

- Si mi ama, como desee.

Atravesaron el largo pasillo que unía la cocina con el salón y de pronto para su sorpresa le condujo al dormitorio.

Oh, vaya pedazo de cama, es enorme, con tantos cojines, almohadas..

Quién la pillara, seguro que si me permitiese tumbarme dormiría mas de 10 horas seguidas. Pero no.. Seguro que lo que me tiene preparado no es una siesta reparadora.

Cruzaron la puerta y entraron en un cuarto de baño, con una preciosa bañera de hidromasaje situada en el centro de la estancia.

- Venga.. ¿A que esperas?. Entra en la bañera y túmbate relajado.. - Dijo mientras le ataba una brida a cada muñeca y tobillo dejándolas con una holgura de un par de centímetros.

Tiene gracia que diga que me relaje en una bañera, y mas si el baño relajante comienza atandome unas bridas. O mucho me equivoco o me espera un largo baño..

LA CASONA - QUE FRÍO..

- Entra, no te quedes ahí parado. Venga que no tengo todo el día. - Dijo señalándole el claustrofóbico armario.

- Si mi ama, como diga.

- Lo primero, fuera collar, no sea que se estropeé. Y tu no quedrás eso, ¿verdad?.

- No mi ama, no quiero que se estropeé.

Ja.. y una leche. Me haría verdadera ilusión que se estropease el puñetero collar.

Con la pila de calambrazos que he llevado hoy. Mierda de trasto.. Me tiene mosqueado el hecho de que tenga tanto empeño en quitármelo para que no se estropeé. ¿Que querrá hacer?. Si tanto le estorba el collar.. Buf..

- Date la vuelta y arrimate bien a la pared del fondo de tu habitación por esta noche. - Dijo riéndose.

- Si mi ama, como desee.

Cogió una cadena que pendía del techo y la unió a sus esposas, haciéndole inclinarse hacia delante para intentar que no se siguiesen retorciendo sus muñecas.

Tensó la cadena hasta dejarle en una postura forzada, y pasó de nuevo la cadena rodeando ambos codos, y el otro extremo lo unió mediante un candado a la parte alta de la cadena.

- Mucho mejor, empiezas a estar a mi gusto.

- Si mi ama, como diga.

Cogió un collar de cuero que contaba con una argolla, y le ató con otra cadena a una argolla de la pared, de tal forma que quedaba completamente inclinado, sin posibilidad ni de agacharse ni mucho menos de levantarse.

- Te faltan un par de detalles y estarás listo para pasar la noche cómodo..

- Si mi ama, como desee.

Cogió un paño y se lo colocó en la espalda, sobre el puso dos bloques del congelador.

- Agradéceme que te ponga el paño, sino mañana tendrías unas buenas quemaduras. Y procura que no se caiga al suelo o lo pagarás.

- Si mi ama, no se caerá, intentaré no moverme.

- Bueno, solo te falta un pequeño detalle y estarás listo para que puedas descansar. - Dijo mientras le enculaba a fondo con el vibrador ya conectado.

- Si mi ama, como desee.

- Descansa y procura no moverte. - Dijo riéndose a carcajadas y saliendo.

Cerró la puerta con llave y se fue.

LA CASONA - EL PREMIO..

- Sí, te has ganado a pulso un buen castigo. Pero hoy solo te daré un pequeño anticipo, las cosas buenas siempre se hacen esperar. Seguro que sabrás luego agradecermelo en su justa medida.

- Si mi ama, como diga.

- Abre bien los ojos, y no quiero oír la menor protesta o será mucho peor. ¿Has entendido?.

- Si, mi ama.

Uff, que no sea lo que estoy pensando. No puede ser.. Debo estar equivocado. Apostaría algo a que va a verter el resto del zumo de limón directamente sobre las ahujas..

Uff, espero equivocarme..

Ella mientras tanto cogió un cuentagotas y lo llenó de zumo de limón. Y se le acercó sonriente.

- Antes no has debido moverte.. Aquí tienes tu premio. - Dijo mientras vertía varias gotas de zumo de limón con cuidado de que cayesen en su ojo.

El se mordió los labios con cuidado y ahogó un grito en su garganta, mientras apretaba los puños con fuerza y palidecía.

- Por favor mi ama, por favor. Me beberé todo el limón que quiera, pero no me eche mas en el ojo, por favor.

- Silencio.. Hablarás cuando te dé permiso para hacerlo. - Dijo mientras cogía de nuevo el cuentagotas y le vertía sendas gotas de zumo en el otro ojo.

El cerró los puños con fuerza y apretó los dientes mientras intentaba no chillar.

- Te has portado bastante bien, pero aún no me he divertido lo suficiente.. - Dijo mientras cogía otra ahuja y le atravesaba la ingle.

Uff, puñeteros limones, aún me escuecen los ojos. Mas me vale no darle motivos para que me premié más.. Curioso premio, a estas alturas preferiría un buen castigo, antes que volver a probar de nuevo, su "premio"..

- Necesitas un poco de movimiento.. - Dijo mientras le soltaba ambas piernas de la silla, y le quitaba las esposas para volvérselas a esposar retorciendo cuidadosamente ambas muñecas.

- Si mi ama, como desee.

- Acompáñame, te hace falta un poco de descanso.. - Dijo mientras le conducía de nuevo hacía la cocina y abría la puerta de la despensa..

LA CASONA - UNA DULCE BEBIDA..

- Por favor, mi ama. No me de mas huevos, por favor..

- ¿Podría parar al menos el collar o bajarle la potencia?. Por favor, por favor..

El intentó en vano beberse los huevos, pero se los dio de un trago, y le entraron vómitos.

- Ni se te ocurra escupirlo o lo pagarás caro.

Ella, mientras tanto se comió la Mousse lentamente mientras jugueteaba con el mando a distancia, subiendo o bajando la potencia a cada cucharada.

- Hagamos algo divertido.. ya llevas un rato descansando y eso no puede ser.

- Si mi ama, como diga.

- ¿Verdad que tienes más sed? - Dijo mientras le sonreía.

- No, por favor, mi ama. No mas huevos, por favor.

- Claro que no, beberás algo mucho más rico..

Ante su sorpresa se puso a exprimir unos limones, mientras le sonreía.

Uff, y ahora pretende que beba unos limones..

Por si no bastase con la revoltura de estómago que ya tengo, pretende que beba limón, y seguro que no tendrá la delicadeza de rebajarlos con agua, o añadirles un poco de azúcar para quitarles la acidez..

Los vertió en un vaso y se lo acercó.

- Bebe, vamos, está riquísima tu bebida. - Dijo riéndose a carcajadas

- Lo intentaré mi ama.

Bebió un trago y le dio la tos, y de nuevo los vómitos.

- Por favor mi ama, no me de más. Y busque una bolsa de plástico, no aguantaré mucho más, y no quiero que me castigue por ensuciar su bonito salón.

- Si, iré a por un par de bolsas de plástico es una muy buena idea..

¿Buena idea?. O mucho me equivoco o las bolsas no serán para lo que yo pienso.. Pero.. ¿Para que otra cosa iba a usar una bolsa de plástico?..

- Vamos a divertirnos.. Pondré de nuevo en marcha el collar, y para que no te aburras te pondré unas ahujas, como se te ocurra moverte te castigaré..

Le clavó con fuerza la primera ahuja en la ingle, mientras sacaba el otro extremo atravesándola.

El no pudo evitar chillar, y la miró con ojos asustados.

- Lo siento mucho, mi ama, perdóneme, por favor, ama.

- Te has ganado un buen castigo..

LA CASONA - DELICIOSA BEBIDA..

- Ciertamente no se puede permitir que pases sed. Ahora mismo beberás hasta la última gota tu rica bebida. - Dijo mientras le acercaba el vaso con los huevos crudos.

- Pero.. pero.. Mi ama, por favor, si puede ser preferiría no beber. Creo que ya no tengo nada de sed, por favor, mi ama, por favor..

- Schuss. Cállate y bebe, y trata de no vomitarlo o te beberás toda la docena. ¿Ha quedado lo bastante claro para ti?. - Dijo mirándole con severidad

- Si, mi ama. Perdone, beberé cuanto guste, disculpe mi impertinencia, por favor.

Joder.. y ahora tengo que tragarme eso.. ufff, y encima sin batir ni nada, es ver las yemas y pensar que tendré que tragármelas enteras.

Eso por no hablar de las claras. Que asco, por dios.. ¿Puede haber acaso algo más asqueroso que esto?..-

Le acercó el vaso a los labios, el cerró los ojos con fuerza y aguantó la respiración, en un vano intento de no notar el sabor.

Pero lejos de dárselo de un solo trago, se lo fue ofreciendo a pequeños sorbos.

El mientras tanto tosía e intentaba tragar.

Le daban vómitos, y estaba pálido cuando el vaso se terminó.

- Muy bien, se ve que tenías bastante sed.. - Dijo mientras le miraba sonriente. - ¿Sigues con sed y hambriento?.

- No, mi ama, muchas gracias, ama. Ya no tengo nada de sed, muchas gracias por la bebida, ama.

- Espérame un ratito, ahora vuelvo. No te preocupes la espera valdrá la pena, pero por si mientras tanto te aburrieses, pondré el collar a tope, estoy segura de que sabrás apreciarlo en su justa medida. - Dijo mientras pulsaba el interruptor, se reía a carcajadas y abandonaba la habitación dejando el mando a distancia sobre la mesa, a escasos centímetros de el.

Mierda.. si pudiese acercarme un poco mas a la mesa podría parar el mando.. Ufff, estos malditos calambrazos juraría que son peores que si tocase el pc descalzo y con las manos húmedas..

Y para colmo, ni tan siquiera puedo encogerme.. Mierda de trasto, como pille al que lo inventó se lo meteré por donde le quepa, vaya que si.

Al rato volvió, en las manos traía un frutero lleno de limones y sobre el una mousse de chocolate y una cuchara.

- Te veo con más sed.. Será mejor que te sirva tu bebida cuanto antes.

- Por favor mi ama, no me de más huevos, por favor.

Pero hizo caso omiso de sus súplicas y vertió sendos huevos en el vaso y se lo acercó a los labios.

- Calla y bebe, sino tendré que castigarte con dureza.

LA CASONA - AL ALCANCE DE LA MANO..

Es raro, pero rarísimo que me mande de pronto sentarme, y mas después de haber roto el puñetero huevo.. Sin duda que algo se le ha debido de ocurrir. Pero, ¿Que?. ¿Y para que debería de sentarme justo ahora en la silla..?.

- Muy bien, pón las manos a tu espalda.

- Si, mi ama, como desee.

Tras esposarle ambas muñecas cuidadosamente retorcidas, le ató ambos tobillos a las patas de la silla y la acercó a la mesa.

- Tendrás hambre, ¿verdad?.

Uy uy.. Espero estar equivocado.. pero.. ¿Ahora que le contesto?.

La verdad es que la pregunta es absurda.. ¿Como no iba a tener hambre, si apenas me permitió comer dos galletas?..

- Si mi ama, tengo un poco de hambre, gracias, mi ama.

- Pronto comerás.. No te preocupes, quedarás satisfecho.

- Oh, muchas gracias, mi ama.

Trinchó el pollo, y puso en un plato una de las pechugas y unas patatas y se puso a comer lentamente.

- Come, puedes comer cuanto gustes, solo tienes que cogerlo. - Dijo riéndose

- Si mi ama, pero.. ¿Como podría cogerlo con las manos esposadas a la silla?. Además estoy lejos de la mesa, aunque moviese la cabeza no podría alcanzar ni tan siquiera una patata.

- ¿Podría soltarme mi ama?. Por favor, aunque sean cinco minutos, lo suficiente para comer algo. Por favor, mi ama.

- Vaya, es una pena que no alcances la comida, debe ser que no tendrás la suficiente hambre.. - Dijo riéndose a carcajadas mientras le guiñaba un ojo.

Ella mientras tanto dió buena cuenta de las pechugas de pollo y de parte de las patatas.

Después abrió una Cola y bebió.

El sudaba copiosamente e intentaba en vano estirar la cabeza lo suficiente para poder alcanzar algo. Finalmente se rindió ante la evidencia, tenía la comida a un par de centímetros de él, pero hiciese lo que hiciese no podría alcanzarla sin ayuda.

- ¿Tienes sed?. - Dijo mientras sostenía una lata de Cola.

- Si mi ama, tengo sed. ¿Podría beber un poco, por favor, mi ama?.

- Aunque fuese agua, por favor, mi ama, por favor.

- Claro que sí, no se puede permitir que pases sed.. - Dijo riéndose a carcajadas.

Entonces cogió el vaso, cascó un par de huevos y los vertió en el.