Un poco de música..

viernes, marzo 12, 2010

LA CASONA - EN TENSIÓN..


¿Una escalera?. Ahora si que estoy intrigado.. ¿Para que necesita una escalera?. Será mejor que haga lo que me pide. No creo que tenga mucha paciencia como para esperar a que me lo piense. Y si decía que el techo era bajo y que me agachase.. ¿Que sentido tiene subirme a una escalera?. Me voy a dar un trompazo contra el techo a la que me descuide, seguro..


Subió los escasos peldaños con lentitud, temía caerse o estrellar su cabeza contra el techo, pero no ocurrió nada de eso.

Se sentó como pudo en el escalón superior de la escalera y esperó asustado, sin saber que debía de esperar.
- Sé que te agarrarás con fuerza, pero por si acaso, mejor me aseguro de que lo haces. - Dijo mientras le esposaba la muñeca derecha al lateral de la escalera.
- Haré lo que me diga, mi ama. No se preocupe no tengo ninguna gana de caerme. Trataré de moverme lo menos posible.
- Es por tu seguridad.. Pronto estarás muchísimo más cómodo, no te preocupes. - Dijo mientras le esposaba la otra muñeca al lateral de la escalera.

- Y ahora tranquilo, que lleva contrapeso. - Dijo mientras le obligaba a tumbarse sobre el angosto escalón, con lo cual sus muñecas soportaban el peso de su cuerpo y se veía obligado a dejar el cuello casi colgando o totalmente en tensión.

Uff, ahora comprendo a lo que se refería con el contrapeso, claro, sin el la escalera volcaría. Una gran postura, sin duda alguna. Lo que no sé es si aguantaré mucho mas de cinco minutos en esta postura, sin suplicarle que me permita descansar o me coloque en otra postura.

Uff, me estoy clavando las esposas de los cojones.. Si hoy no me hacen herida, nunca lo harán..
- Sigamos.. ¿O creías que había terminado?. Apenas estamos empezando. Verás como te diviertes hoy, estoy segura de ello. - Dijo mientras le asía uno de sus tobillos y lo encadenaba, cerrando luego la pesada cadena con un candado.

- No mi ama, sé que aún no está satisfecha.
- Puedes bajar un ratito la pierna, no vayas a cansarte.. - Dijo mientras soltaba una carcajada.
- Si mi ama, como diga.

¿Cansarme?. Uy uy.. Ahora si que estoy preocupado. Si insiste tanto en que no me canse. Eso quiere decir que terminaré más que agotado. Vamos que cuando termine la sesión no podré ni mover un músculo. Y mientras tanto, las esposas que se me clavan cada vez más y las cadenas que ciñen mis tobillos, pesan muchísimo. Como luego pretenda que camine con ellas, lo llevo claro.
- Ahora lo más sencillo para ti, quitecito y no hagas preguntas estúpidas. ¿Entendido?.
- Si mi ama, no haré ninguna pregunta, como desee.

De pronto, ante su asombro, escuchó el sonido de un motor al ponerse en marcha, y notó como sus tobillos eran traccionados en direcciones opuestas, hasta dejarle con las piernas totalmente abiertas.
- Por favor mi ama, tenga cuidado.

Asustado no, estoy aterrado. ¿Que pretenderá hacer con el motor?. ¿Porque lo usa?. Nunca me he negado a ninguno de sus deseos. ¿Que falta tenía de emplear un motor para abrirme de piernas?. Mierda.. Tengo todo el cuerpo en tensión.

Y para colmo, el puñetero motor sigue en marcha. Lo odio, sí, lo odio.
Mierda de motor, ya se le podía calar..

El motor seguía haciendo su trabajo, hasta dejarle con las piernas totalmente abiertas y elevadas sobre su cabeza.

Entonces se detuvo, comprobó que las cadenas estuviesen sólidamente unidas a sus tobillos, y paró el motor.
Sus muñecas estaban retorcidas y en tensión, y su espalda semi-apoyada sobre el escalón.
- Ahora falta poner cómodas tus muñecas. No te preocupes, es imposible que te caigas, estás bien sujeto.
- Si mi ama, como diga.

Cogió su muñeca y la encadenó al extremo de la cadena igual de pesada que las de sus tobillos; su otra muñeca corrió idéntica suerte.
Entonces, para su sorpresa, puso en marcha de nuevo el compresor y su cuerpo se elevó sobre la escalera.

- Mi ama, si me permite decírselo, me está asustando. ¿Podría, por favor, permitirme al menos ver dónde estoy?.
- Tan solo un momento, y luego me vuelve a poner el antifaz si ese es su deseo. Por favor, mi ama. - Dijo mientras temblaba

Por toda respuesta le enculó a fondo y puso en marcha el dildo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creative Commons License
LA CASONA by VERTGREENVERT is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 3.0 España License.
Based on a work at vertgreenvert.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at @VERTGREENVERT.