LA CASONA - PEQUEÑO CORRECTIVO..

- Claro que si. No hay problema. Ya lo verás. - Dijo riéndose mientras se le acercaba con la mordaza de aro.
- Si mi ama, como diga. - Dijo mientras bajaba la cabeza e intentaba dejar de temblar.
Uy.. Uy.. Un pequeño correctivo, dice. Y lo primero que me enseña es esa maldita mordaza.
Uy.. Uy.. Uy.. Pequeño correctivo y una leche.. 
- Un par de detalles y te dejo descansar. Estoy segura de que te vendrá bien un pequeño descanso. Además no tienes nada de hambre, ¿verdad?. - Dijo entre risas.
Y si la tengo es lo mismo. Con esta maldita mordaza no puedo ni articular palabra ni mucho menos ingerir alimentos. Total que no. No tengo hambre..
- No se te ve con muchas ganas de moverte. - Dijo entre risas mientras ajustaba la cadena de sus rodillas y la unía a las esposas de sus tobillos.
El asintió con la cabeza mientras se tumbaba de costado intentando no clavarse las esposas.
- Estás casi a punto. Me encanta verte cómodo. - Dijo entre risas mientras le esposaba las muñecas a la espalda y las unía al collar eléctrico.
Joder.. Joder.. 
Menos mal que solo me iba a poner un poco cómodo.. Pedazo de postura.
- Un último detalle y te dejo descansar un ratito. - Dijo mientras le ajustaba el dildo eléctrico y se reía.
El asintió con la cabeza mientras no podía evitar retorcerse una y otra vez.
- Mmmmmmm. - Gimió de dolor.
- Ahora te voy a dar una oportunidad que espero que sepas aprovechar. Tienes una hora para llegar hasta la puerta y tocar el timbre. En caso contrario te daré tu merecido. - Dijo riéndose mientras le señalaba la puerta.
Seguro que si. No hay nada mas fácil que llegar reptando hasta la puerta, arrastrarme por la gravilla, subir los escalones de mármol y como no, llamar al timbre..
Sencillísimo.