La puerta del armario se abrió, parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz, y la miró.
No traé ninguna llave en la mano. Eso significa que.. Significa que no piensa sacarme de aquí, o por lo menos no ahora.
Grandes gotas de sudor frío empaparon su frente, palideció ante la idea de permanecer allí aún mas tiempo.
- ¿Has aprendido la lección o necesitas mas tiempo para saber como debes comportarte?.
- La he aprendido mi ama. Trataré de hacerlo mejor.
- Sé que lo harás, no me cabe la menor duda.
- Te vendrá bien moverte un poco. - Dijo mientras le libraba los tobillos de las cadenas que los aprisionaban.
- Muchas gracias mi ama, necesitaba moverme un poco.
- Ahora te pondré tu collar para que estés un poco más comodo. -Dijo mientras le ajustaba hasta casi dejarle sin respiración el collar, unido por medio de una pesada cadena, a la pared del fondo armario.
- Gracias mi ama, me gusta mi collar.
Al soltarle las muñecas tuvo que hacer un esfuerzo para no caer al suelo, sus piernas amenazaban con no sostenerle.
- Mi ama, por favor, lo necesito de verdad, permitirá que me siente o me arrodille un poco de tiempo en el suelo, estoy un poco mareado, por favor.
- Si puedes sentarte un momento.
- Muchas gracias mi ama.
- Tienes tu comida sobre la mesa, cuando te hayas recuperado lo suficiente puedes salir y comer, cuando te necesite te llamaré. Mientras tanto, deberás permanecer en tu postura, justo donde estás ahora, ¿ha quedado todo claro?.
- Si mi ama, está todo claro, gracias mi ama.
Apenas había empezado a comer, cuando escuchó una campanilla, y se apresuró a ir hacia el salón.
- ¿Que desea mi ama?.
- Ve a tu rincón y mantén tu postura, ni un movimiento, estamos?,
- Si mi ama, ningún movimiento. Pero por favor, ¿podría decir que postura desea?.
- Por supuesto, ponte de rodillas, con las piernas bien juntas, las manos a tu espalda, y la cabeza mirando al suelo, sin moverte.
- Si mi ama, lo intentaré ama.
La postura no es dura, pero.. no sé cuanto tiempo lograré no moverme, tarde o temprano los músculos se cansarán o me dará un tirón, o haré el menor movimiento sin fijarme..
No me gusta nada este castigo, haga lo que haga, es imposible que lo pueda hacer bien. Puedo intentarlo pero tarde o temprano me cansaré y tendré que moverme, es inevitable.
- Te estás moviendo, trata de estarte quieto o tendré que castigarte.
- Lo siento mi ama, no me he dado cuenta, perdoneme por favor.
- Tranquilo, aprenderás a fijarte, lo sé. - Dijo mientras se acercaba a el con el latigo en la mano.
- Pon las muñecas detrás de tu cabeza.
- Si mi ama, ahora mismo lo hago.
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