La piel había adquirido un color rojizo, debido al calor que desprendía la cera al acariciar su piel.
- Por supuesto que no te hará falta. - Dijo quitandole los restos de cera derretida de la piel.
- Gracias mi ama.
Se dió la vuelta y cogió una pinza dentada y se la colocó en el muslo izquierdo, el no pudo evitar dar un pequeño grito de dolor.
- Lo siento mucho mi ama, por favor no me castigué.
- Lo he dicho sin pensar, perdonemé, por favor.
- Creo que te mereces un premio, y te lo voy a dar.
Cogió un pequeño plomo, y lo unió a la pinza de su muslo, los pequeños dientes de la pinza se clavaron aún mas en su piel.
El apretó los labios en un gesto de dolor, y ahogó un grito en su garganta, mientras sus ojos se humedecían.
Ni protestó cuando le puso otra pinza ya con peso, colgando de su muslo derecho.
Mientras, la cera seguía cayendo sobre su piel, volviendo a cubrirla en las mismas zonas.
- Vaya calor que hace esta tarde, sigo con sed. - Bebiendo un poco más de Cola.
- Y seguro que tu también tienes sed.
- No, no tengo sed, pero haré lo que desee.
- Te veo con mucha sed. - Dijo mientras cogía la botella y le daba mas agua.
- Por favor, no me de mas agua, por favor. - Dijo mirandola con ojos suplicantes.
- No se puede desperdiciar tu bebida, debes terminartela.
El miró la botella con aprensión, debia quedar por lo menos 1/5 de su contenido, y no se veía con fuerzas para seguir bebiendo, fuese lo que fuese tenía un sabor ciertamente desagradable.
Respiró aliviado cuando vió que posaba la botella sobre la mesa, pero su alivio fué solo momentaneo.
Un escalofrío recorrió su cuerpo de arriba a abajo, cuando la vió acercarse con sendas pinzas en la mano.
Puso ambas pinzas en su muslo derecho, muy cerca de donde se hallaba la otra pinza, pero no se detuvo ahí, continuó poniendo mas pinzas en ambos muslos, todas dentadas, de forma que su piel quedó tirante y dolorida, mas aún de lo que estaba.
- Bueno, un último sorbo y habrás terminado tu bebida.
- Por favor, no me obligué a terminarla.
- Por favor, mi ama, por favor.
- No te preocupes, ya casi se ha terminado.
El bebió, no podía hacer otra cosa, sabía que sus suplicas no serían tenidas en cuenta.
- Bueno, te has portado bastante bien, hoy no te castigaré. - Dijo mientras apagaba las velas.
- Muchas gracias mi ama.
- Intenta no chillar y habré terminado por hoy, en caso contrario, no tendré el menor problema en seguir un par de horas más. Ha quedado todo claro?.
- Si mi ama, todo claro, lo intentaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario