LA CASONA - UNA BUENA POSTURA..

- Muy bien, ya casi estás en tu postura.. - Dijo riéndose.

- Si, mi ama, como desee.

¿Mi postura?. Justo lo que se me apetecía ahora clavarme el borde de la mesa en las costillas, mientras mi cabeza cuelga como si fuese una marioneta rota.. Pero o mucho me equivoco o no se conformará con algo tan sencillo.. Mierda de postura..

- Estira mas el brazo, vamos que no tengo toda la tarde.. - Dijo con impaciencia.

- Si mi ama, como desee.

- Servirá. - Dijo mientras le esposaba la muñeca a la pata de la mesa, cuidando de que su brazo permaneciese en tensión.

- Si mi ama, como diga.

El estiró su brazo izquierdo en la misma dirección que el derecho, creyendo que quería esposarle las muñecas juntas.

- Trae acá. - Dijo mientras daba un fuerte tirón a su muñeca y la esposaba a la otra pata de la mesa.

- Ya estás casi listo.. - Dijo mientras encendía una gruesa vela negra y la colocaba sobre sus huevos.

- Si mi ama, como desee.

- El último detalle y te dejo descansar toda la noche.. - Dijo mientras le enculaba con un pequeño dildo.

- Si mi ama, como desee.

Pero que pequeño es ese dildo.. No lo entiendo, me suele encular con dildos cuanto menos del doble de tamaño.. Que raro..

- Procura no chillar o te pondré aun mas cómodo. ¿Está claro?.

- Si mi ama, lo está.

- Bien, en tal caso que te diviertas mucho. - Dijo mientras conectaba el dildo al transformador y se reía.

Ostias.. Pedazo de calambrazos.. Lo bueno es que me estoy excitando y mucho, estoy a mil.. Lo malo es que por mucho que lo desee, este jodido cinturón de castidad no me dejará empalmarme.. Mierda de cinturón..

LA CASONA - DUCHA RELAJANTE..

Ya viene, oigo sus pasos en la escalera. Y parece que tiene prisa. O mucho me equivoco o su humor no ha mejorado lo mas mínimo.. Seguro que me tiene preparado un buen castigo.. Mejor me pongo rápido en mi postura y la espero.

- ¿Te has refrescado?.

- Si, mi ama, lo he hecho.

- Estás hecho un auténtico guarro.. ¿A eso llamas refrescarte?. - Dijo mientras le daba un fuerte latigazo en la espalda.

- Lo siento mucho, mi ama. Es que con las esposas puestas no podía ducharme.

- Eso tiene fácil solución. - Dijo mientras le quitaba las esposas.

- Date una ducha fría y ven aquí rápido. - Dijo riéndose.

- Si mi ama, como desee. - Dijo mientras corría al baño.

Uffff, una ducha fría.. Vamos, justo lo que mas se me apetece hacer justo en este momento.. Está completamente helada.. Me estoy quedando tieso.. Menos mal que es una ducha rápida y que pronto entraré en calor.

- Ya estoy, mi ama. - Dijo mientras se acercaba chorreando.

- Muy bien, siéntate sobre la mesa.

- Si mi ama, como desee.

- ¿Es que no sabes hacer nada bien?. - Dijo mientras le daba otro latigazo en la espalda.

- Perdone mi ama. Soy un inepto. ¿Como desea que me ponga?.

- Mirando hacía aquí. - Dijo mientras le cogía por el cinturón de castidad y le obligaba a girar..

Ufffffffff, menudo tirón me ha dado.. Mis pobres huevos.. Ya la he hecho buena.. Acaba de enfadarse aún mas conmigo. Que mejor forma de empezar la tarde..

- Justo así, abre las piernas todo lo que puedas. - Dijo mientras le esposaba los tobillos a las patas de la mesa.

- Túmbate.

- Si mi ama, como desee.

Genial.. No hay mejor postura que tumbarse en una fría mesa con medio cuerpo colgando fuera.. Me espera una gran tarde, no me cabe la menor duda.

LA CASONA - PAPEL DE LIJA..

- Vamos, no te entretengas y date prisa. - Dijo mientras le azotaba las nalgas con la fusta.

- Si mi ama, como desee.

Puaj.. Mi lengua casi parece papel de lija.. Que sabor mas desagradable tiene esta puñetera agua. A estas alturas preferiría comerme varias hojas enfangadas, antes de tener que limpiar el suelo, metiendo una y otra vez la bayeta en el cubo.. Eso por no hablar de mis pobres rodillas, hay que ver que aspero es este maldito suelo. Si por lo menos pudiese usar mis manos..

- No lo estás haciendo bien y tardas demasiado. - Dijo mientras le daba un fuerte latigazo en la espalda.

- Lo siento mi ama, intento hacerlo lo mejor posible.

- Levántate y camina rápido. - Dijo mientras le cogía por su collar.

- Si mi ama, como desee.

- Será mejor que descanses un rato, te lo has merecido.

- Si mi ama, como guste. Muchas gracias, mi ama.

¿Descansar?. Imposible que me deje descansar.. Seguro que ya me tiene preparado un buen castigo. Tal y como ha quedado el suelo cualquiera se enfadaría..

Tras atravesar varios pasillos, llegaron al pie de las empinadas escaleras que conducían a su habitación.

- Baja, y ve a tu cuarto. Tienes cinco minutos para ir al baño y refrescarte. ¿Está claro?.

- Si, mi ama, lo está.

Como si en cinco minutos me diese tiempo a mucho estando esposado. Apenas si podré hacer nada mientras la espero. Tiene gracia que me mande refrescarme.. Ni tan siquiera puedo ducharme. Imposible abrir el grifo.. Pero bueno, sea lo que sea, lo que me tenga preparado siempre será mejor que seguir saboreando la asquerosa agua de fregar. Eso seguro...

LA CASONA - COMO UN ESPEJO..

Puaj.. Es justo lo que deseaba para desayunar.. ¿Que mejor desayuno que una hoja enfangada?. Realmente deliciosa.. ¿Y ahora con que se supone que debo de limpiar los escalones?..
- Ahora limpiarás el resto de la casa.. Ya está bien de holgazanear.. - Dijo mientras le miraba divertida.

- Si mi ama, como desee.

- De rodillas. - Dijo mientras abría la puerta y le hacia pasar.

- Si mi ama, como desee.

- Pon las manos a la espalda. - Dijo mientras le esposaba.

- Si mi ama, como desee.

- Y ahora lo mas sencillo. Ahí tienes un trapo y un cubo con agua. Quiero ver el suelo que brille como un espejo.

- Si mi ama, como desee.

- Muy bien, volveré en un rato, trata de dejarlo todo reluciente o serás severamente castigado.

- Si mi ama, como diga.

¿Como voy a dejar el suelo limpio sin poder usar casi mis manos?. Tendré suerte si logro siquiera coger el trapo.. No ya limpiar.. Aún no se ni como cogerlo.. No puedo meter las manos en el cubo sin ver lo que hago. Me arriesgo a volcarlo.. Pero, la alternativa de tener que cogerlo con la boca.. Puaj.. Aún peor que la puñetera hoja, juraría que huele a lejía o al menos a algún líquido fuerte..

Tras varios esfuerzos alcanzó el trapo y lo arrastró trabajosamente por el suelo con la ayuda de sus pies.

Apenas había limpiado la entrada cuando ella volvió.

- ¿Se puede saber que estás haciendo?.

- Estoy limpiando, mi ama. ¿No era eso lo que deseaba?.

- Es imposible que lo hubieses hecho peor.. Eres un completo inútil.. - Dijo enfadada, mientras le fustigaba las nalgas con fuerza.

- Perdóneme mi ama, trataré de hacerlo mejor.

- Lo harás, estoy segura de ello. - Dijo mientras empapaba el trapo en el cubo y lo posaba en el suelo.

- Y ahora coge el trapo con tu boca y limpia el pasillo. - Dijo mientras se reía.

- Si mi ama, como desee.

LA CASONA - NUTRITIVO DESAYUNO..

- Si mi ama, como desee. Pero.. ¿Que debo de usar para limpiar las escaleras?.

- Estoy segura de que sabrás apañartelas. - Dijo mientras le esposaba el tobillo derecho a la barandilla con una gruesa cadena.

- Si mi ama, lo haré no se preocupe.

Joder.. ¿Como podré dejar limpias las escaleras?. Si ni siquiera podré acercarme a la manguera.. No hay fregona, ni escoba.. Es más, no hay absolutamente nada.. O cae un chaparrón enorme, o no quedarán limpias..

- Volveré en un rato, y espero que para entonces las escaleras brillen mas que un espejo. ¿Estamos?.

- Si mi ama, como desee.

Y ahora.. ¿Que hago?. No tengo nada con que limpiarlas.. Ni tan siquiera una triste ramita con que intentar barrerlas.. Tengo que pensar en algo y deprisa.. Sino me esperará un buen castigo.

Miró en todas direcciones perplejo, tratando de encontrar algo con lo que limpiar semejante desaguisado. Y cuando estaba a punto de rendirse ante la evidencia de que no podría cumplir el encargo, vio a lo lejos una hoja mecida por el viento.

Esa es la solución.. Claro. ¿Como no se me ha ocurrido antes?. Si consigo coger esa maldita hoja, podré usarla para limpiar este barrizal..

Joder.. ¿No podía estar mas lejos la maldita hoja?. Esta puñetera cadena no me deja acercarme lo suficiente.. Quizás si me tumbo en el suelo la alcance.. Casi la tengo.. Joder, está apenas a un par de centímetros. Ufffffffffff, mi pobre tobillo, me clavo la jodida cadena.. Pero al menos te alcance.. Tanto esfuerzo para coger una triste hoja seca..

Y ahora viene lo peor.. Debo de volver a las escaleras, con los pies acribillados a cada paso que doy y el tobillo echando chispas del tirón que le he dado..

Un rato después, las escaleras apenas estaban polvorientas, y aun tenía en sus manos la hoja cuando la vio llegar.

- Y.. ¿A esto llamas limpio?.

- No, mi ama. Siento no haber podido dejarlo mas limpio.

- ¿Te has atrevido a coger una hoja del jardín?.

- Si mi ama. Siento haberlo hecho. - Dijo mientras le mostraba la hoja embarrada.

- No hay problema.. - Dijo riéndose.

- Será tu desayuno. Asegúrate de que no quede ni una miga. - Dijo mientras le miraba seria.

- Si mi ama, como desee.

LA CASONA - CALZADO CÓMODO..

Pues claro que no va a oír la menor protesta.. Si estoy a mil, y además con la mordaza ajustada difícil que pueda decir nada...

- Hay que ver.. Eres muy descuidado. ¿Como has podido volver a mancharte?. - Dijo riéndose mientras le daba un latigazo en sus embarrados pies.

- mmmm - Protestó a través de la mordaza.

- Silencio.. Será mejor que me ocupe de que no te ensucies.. - Dijo mientras se sacaba del bolsillo una caja de chinchetas.

- Te gustará, estoy segura de que nunca has caminado mas cómodo.. - Dijo riéndose mientras soltaba las cadenas que aprisionaban sus tobillos.

Uy.. uy.. Espero estar equivocado, pero.. O mucho me equivoco o se le ha ocurrido un buen castigo. Preferiría que me siguiese azotando con el látigo. Maldita sea, porque habré tenido que quejarme..

- Te hacen falta unos bonitos calcetines. - Dijo mientras le quitaba la mordaza.

- Si mi ama, como desee.

- Y como no, un calzado adecuado. No querrás lastimarte en los pies, ¿verdad?. - Dijo riéndose mientras le ajustaba unos zapatos y los cerraba con sendos candados.

- Como mi ama diga.

- Bueno, por hoy no te castigaré mas, te hace falta un buen descanso. - Dijo riéndose mientras le soltaba las muñecas de las argollas y le esposaba las muñecas hacia delante.

- Si, mi ama. Gracias mi ama.

- Vamos, camina mas deprisa. No me hagas perder el tiempo.

- Si mi ama, como desee.

Ostias.. Ostias con las calcetines del carajo.. Parecen mas bien un puñetero alfiletero. Que digo alfiletero.. Están repletos de chinchetas.. Joder.. Joder, y aún pretende que camine deprisa.. Uffffffffff

- ¿Se puede saber porque caminas tan despacio?. - Dijo mientras le daba un latigazo en las nalgas.

- Lo siento, mi ama, intento ir todo lo deprisa que puedo.

- No tienes prisa, no te moverás de aquí hasta que estas escaleras estén relucientes. - Dijo mientras le mostraba las escaleras de piedra aún embarradas.

- Si mi ama, como desee.