Un poco de música..

lunes, diciembre 07, 2009

LA CASONA - DULCES SUEÑOS




La noche será larga, estoy seguro. No parece estar nada cansada, y seguro que se le ha ocurrido alguna otra forma de ponerme cómodo.

- Pareces cansado, no te preocupes que pronto dormirás mucho más cómodo.
- Si mi ama, como diga.

Lentamente fue colocando pinzas, pinza a pinza deteniendose en cada una y asegurandose de que quedasen bien ajustudas y de que cada una se sostuviese aprisionando la mayor cantidad de piel posible.

Tras disponerlas en una fila descendente por cada muslo, no contenta con ello, se propuso hilarlas entre sí, cual cremallera, cuidadosamente dispuestas y entrelazadas entre si en forma de zig zag, ajustando la cuerda con firmeza y trenzando en ambas direcciones.

- Ahora tumbate con cuidado si se cae una sola pinza lo pagarás.
- Si mi ama, lo intentaré. - Dijo mientras trataba de acostarse con cuidado.
- Date la vuelta.
- Pero.. pero mi ama, me clavaré todas las pinzas. ¿Por favor mi ama, me permite quedarme de lado?. Por favor..
- Boca abajo he dicho, y rápido.
- Si mi ama, ya lo hago, no se preocupe.
- Tienes razón, habrá que mejorar un poco la postura. No podemos consentir que se te caigan las pinzas y te las termines clavando.

Unió la cadenita de sus huevos a la argolla y colgó un par de pesos de ella.
De pronto se sentó sobre sus muslos.
El profirió un grito de dolor.

- ¿No estás cómodo?. - Dijo riendose.
- Si mi ama, lo estoy muchisimo.
- No, lo estás solo un poco. Creo que se me apetece tumbarme un rato.

Un grito ahogado resonó en su garganta mientras mordía la almohada intentando en vano no chillar.

- Ahora si lo estás, pero como no voy a pasarme aquí toda la noche, tendrás que dormir un poco más incomodo.
- Como mi ama diga.
- Falta esposar tus tobillos, no pensarías que los iba a dejar sueltos para que te ladeases en cuanto hubiese salido, ¿Verdad?. - Dijo mientras se los esposaba a los pies de la cama cuidando de que quedasen lo suficientemente tirantes para impedirme realizar ningún movimiento.
- No mi ama, mantendré mi postura hasta que me ordene moverme, se lo aseguro.
- Por supuesto que la mantendrás, ahora a descansar y que tengas felices sueños.
- Si mi ama, muchas gracias mi ama.

Sin molestarse en responderle abandonó la habitación, tan solo oyó el crujido de la puerta al cerrarse y el sonido de la llave al girar en la cerradura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creative Commons License
LA CASONA by VERTGREENVERT is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 3.0 España License.
Based on a work at vertgreenvert.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at @VERTGREENVERT.