Aún recordaba como se conocieron, hacia ya casi dos años, dos años en los que habían pasado muchas cosas, demasiadas cosas juntos, aún asi tenía la sensación de que apenas si estaba empezando a conocerla.
Recordaba aquella extraña sala de chat, extraña en cuanto a que era rebuscada, no solo eso, estaba medio escondida en una web que costaba trabajo encontrar, luego, como no, el tedioso proceso de registro, cuando había miles de webs, en que bastaba especificar nombre de usuario, un mail, el password y nada más.
La sala estaba bastante concurrida, y para colmo si no se hablaba la sesión caducaba en pocos minutos, todo eran inconvenientes. Pero de pronto, se conocieron, el apenas si sabía nada de sado y ella llevaba años en el sado, pero algo le debió de llamar la atención porque pasaron el resto de la noche hablando y conociendose, finalmente intercambiaron mails.
Luego vinieron charlas de madrugada, alguna breve sesión por webcam, y de pronto, un día le propuso quedar para tomar algo y conocerse.
Después se despidieron, y el se quedó con la duda de si volvería a saber de ella, el encuentro parecía haber ido bien, pero hasta que no volvieron a coincidir en internet no tuvo más noticias suyas.
Y de pronto, le había propuesto quedar para su primera sesión.. Había pasado tanto tiempo de aquello, lo veía tan lejano en el tiempo y a la vez tan proximo en sus pensamientos...
El ruido de la llave al girar le sacó de su ensimismamiento...
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