Pero naturalmente aún no había terminado el día, al menos no para él.
Cogió un algodón lo volvió a empapar en alcohol y lo pasó sin ningún miramiento por sus pezones.
Antes de colocarles cuidadosamente ajustados, sendos piercings.
Luego derritió unas gotas de estaño y soldó ambos extremos de cada piercing de forma que le resultase imposible por si solo el hecho de quitárselos.
Entonces puso en marcha de nuevo el estridente motor.
Mierda.. que puede querer hacerme más. Si por lo menos no llevase puestos los cascos podría intentar suplicarle.
Seguramente no me haría ni caso, pero sería tan reconfortante oír su voz, verla.. cualquier cosa.
Un momento.. juraría que.. Si, mis hombros ya no están tan tirantes.
Uf, que maravilla, tal parece que me fuese a soltar, cada vez están en una postura más asequible.
Si, es cierto.. Va a soltarme..
De pronto, el motor se detuvo, y ella apagó su iPod. Y le liberó ambas muñecas.
- Apoyate en la escalera y no te muevas, pronto habré terminado.
- Si mi ama, muchas gracias. Haré lo que desee.
De un fuerte empujón que casi mueve la escalera, le enculó. El no pudo evitar chillar, mientras sendas gotitas de sangre resbalaban por sus muslos.
- Lo.. lo siento mucho mi ama, no pretendía chillar. Pero.. es que me ha cogido por sorpresa. No me castigué o si lo hace pospongalo unas horas, estoy agotado, por favor mi ama, por favor.
Uf.. no tenía que haber chillado, seguro que se ha cabreado conmigo.
Mierda.. Ahora mismo no soportaría otro castigo.. joder, ¿Porque coño he tenido que chillar?..
Para su sorpresa le soltó, las rodillas y sus tobillos. Tan solo permanecía atado por sus costillas, y apoyado en el escalón superior de la escalera.
- Ahora te voy a soltar y te irás a descansar un rato, cuando llegues a tu cuarto podrás ponerte presentable, siempre y cuando tengas cuidado de no mojar el collar. A menos claro, que se te apetezca recibir un calambrazo extra.
- Muchas gracias mi ama, pero.. ¿Como podré ponerme presentable, si no veo ni por dónde voy?.
- Cuando llegues a tu cuarto, te quitaré tu antifaz. Y ahora ni una pregunta más.
- Si mi ama, como desee. Perdone mi impertinencia.
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