Como para moverme.. Mierda de potro.. No puedo ni mover las piernas un par de centímetros.. Y de todas formas aunque lo hiciese no lograría dejar de apoyarme sobre el alambre..
Será una noche preciosa.. Mierda de canica..
Horas después..
- Pero que despistada soy.. - Dijo riéndose mientras abría la puerta y se le acercaba.
Mierda.. Odio que se me acerque por detrás cuando no puedo mover el cuello..
Uy.. Uy.. Uy.. Fijo que sigue enfadada conmigo..
- ¿Estás cómodo?. - Dijo riéndose mientras le acariciaba la espalda con el mango del latigo.
- Si mi ama, lo estoy. Como desee. - Dijo mientras desviaba la mirada.
Y una leche.. Estoy hasta los cojones de clavarme el puñetero alambre.. Pero cualquiera se atreve a decírselo..
- Bueno.. Vamos a hacerlo de forma muy, muy sencilla.. Tanto que hasta tu podrás comprenderlo. - Dijo riéndose.
- Si mi ama, como desee. - Dijo preocupado.
Joder.. Eso no suena demasiado bien.. Pero, tengo que estar equivocado.. Que esté equivocado.. Joder.. Joder..
- No me interrumpas. - Dijo mientras le daba un fuerte latigazo en las nalgas.
- Ahhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras se ponía completamente rojo.
El negó con la cabeza, mientras temblaba como una hoja.
- Ahora no habrá canica, ni mordaza.. Pero, por supuesto, en cuanto me lo digas me detendré. ¿Ha quedado claro?. - Dijo riéndose.
- Si mi ama, lo está. Como diga.
Mierda.. Mierda.. No lo voy a aguantar.. Seguro..
- Eso si.. También te digo que permanecerás en tu postura hasta que te haya enculado a mi gusto. ¿Ha quedado lo suficientemente claro o necesitas que te lo repita?. - Dijo riéndose mientras cruzaba su espalda con un fuerte latigazo.
- Ahhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras trataba de encogerse sin resultado.
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