Ufffffffffff, por si no me bastase con estar colgando, el vibrador a tope.. Espero que vuelva pronto. No aguantaré mucho sin marearme en esta puñetera postura. No deja de tener gracia que dijese que descansaría sobre la escalera. Si para lo único que me sirve es para arañarme las rodillas cada vez que tocan la puñetera escalera...
Un par de horas después, se abrió la puerta.
- ¿Has descansado cómodo?.
- Si, mi ama, lo estoy, gracias.
- Me alegro de que hayas descansado, te hará falta estar en plena forma. Se me apetece divertirme..
- Si mi ama, como desee.
- Ahora voy a ponerme los cascos y conectaré el motor. Puedes chillar todo lo que quieras por que no me detendré.
- Si por lo que sea no te ves capaz de aguantar el castigo, solo tienes que levantar la cabeza y me detendré. Aunque en ese caso dormirás bajo la lluvia. ¿Ha quedado todo claro?.
- Si mi ama, lo está.
- En ese caso, no te hago esperar ni un segundo más. Sé que estarás impaciente. - Dijo riéndose.
- Si mi ama, como desee.
Mierda.. no sé que pretende, pero sé que será duro. Sino no me hubiese dicho eso. De nuevo el jodido motor taladrandome los oídos, y ella con su música. Que barbaridad.. Suena casi mas su música que el motor. Con razón dijo que no me oiría...
La primera ahuja atravesó limpiamente su pezón, un fino hilito de sangre goteó por el suelo.
Un momento.. Eso no es una ahuja normal, le ha añadido peso.. Uffffffffff, mi pobre pezón..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló cuando le atravesó de nuevo el mismo pezón, colgando otro peso de la ahuja.
Tembló asustado, al notar como le apretaba con fuerza el pezón, justo antes de atravesarlo con otra ahuja.
Mierdaaaa. Me duele horrores el pezón.. Ahujas y mas ahujas, y todas en este pezón.. ¿No se cansará de atravesarlo una y otra vez?.. Inútil pedirle que me de un respiro, o que cuanto menos detenga el vibrador un ratito.. No me oiría..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló cuando atravesó su otro pezón, colgando sendos pesos de el.
Ya me parecía raro que se conformase solo con un pezón. Mierda.. Que les irá a hacer a mis pobres testículos.. Uy uy.. uy.. Bueno, igual solo pretende atarlos.. Si, tiene que ser eso..
De pronto, paró el motor y la música.
- Voy a poner un poco cómodos tus sucios huevos. - Dijo mientras los apretaba con fuerza.
- Así están mucho mejor. - Dijo mientras cogía una cadenita y los ataba separados.
- Si mi ama, como desee.
- Pero aún no están a mi gusto. - Dijo mientras colgaba sendos pesos de ellos.
- Ahora te hace falta una buena mordaza, no quiero escuchar tus gritos.
- Si mi ama, como desee. - Replicó aterrado, justo antes de que le pusiese la mordaza tan ajustada que casi le desencajaba la mandíbula.