LA CASONA - EL DILEMA..

- A ver.. Para que no haya lugar a malentendidos. - Dijo entre risas mientras hacía una larga pausa.
- Si no dejas caer la canica. Doy por sentado que aceptas tu castigo. En caso contrario déjala caer y se terminó la sesión. - Dijo mientras sostenía el látigo con una mano y las llaves de sus esposas con la otra.
Mierda..
Hace días que no recuerdo haberla visto tan enfadada. Pero..
No se que hacer.. 
Temo no poder aguantar el castigo.. Pero..
Se que si me niego o muestro la menor rebeldía es capaz de ponerme de patitas en la calle y no permitirme disfrutar de ninguna sesión en el futuro..
Mierda.. No se que hacer..
No me queda otra que aguantar. O eso, o con el cabreo que tiene irme y casi seguro que no volver..
- Me alegro de que esté todo claro. - Dijo entre risas mientras le ajustaba aun mas el cinturón de castidad para que se clavase todas las púas.
- Mmmmmmmmmmmm. - Gimió de dolor mientras se agitaba sin parar.
- Si. Estás demasiado flojito.. Pero no hay problema. Eso solo lo hará mas divertido. - Dijo mientras cogía una esponja mojada y le empapaba de pies a cabeza.
Uy.. Uy.. Uy.. 
No se lo que será mas divertido. Pero.. 
Miedo me dan sus ideas. 
Joder.. Joder.. Ya estoy otra vez casi sin aire..
- Vamos a divertirnos un rato. - Dijo riéndose mientras le ajustaba los electrodos en sus huevos, muslos y nalgas.
- Intenta que no se te caiga la canica cuando notes el ligero cosquilleó. - Dijo entre risas mientras ponía la potencia al ocho.
- Mmmmmmmmmmmmm. - Gimió de dolor mientras apretaba la canica con todas sus fuerzas y jadeaba..