Odio las puñeteras velas. A la que me descuide me quemo..
Pues claro que no me moveré. ¿Quién querría moverse al lado de unas velas encendidas?.
- Eso está mejor. Me alegro de que al menos sepas mantener tu postura. - Dijo entre risas mientras jugaba con la fuente de alimentación subiendo y bajando la potencia bruscamente sin dejarle tiempo para recuperarse entre calambre y calambre.
- Ahhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras intentaba no moverse.
- Si mi ama, como diga. Mantendré mi postura, como desee.
- Te está haciendo falta estar un poco mas cómodo. - Dijo riéndose mientras le colocaba cuidadosamente velas encendidas sobre la espalda.
- Si mi ama, como diga. - Replicó preocupado.
Mierda.. Como si no me bastase con las velas que casi queman mis muslos, ahora la cera se derrite a chorro en mi espalda.
- Procura no moverte. - Dijo entre risas mientras acariciaba sus nalgas con la rueda de púas procurando que se la clavase a fondo.
- Si mi ama, como desee. - Dijo preocupado mientras ahogaba un grito en su garganta.
Joder. Joder. Joder..
Por si no bastase con los azotes de antes. No había mas sitio..
Que va. Que mejor lugar para incrustarme la rueda, que sobre las huellas de los latigazos..
Sencillamente genial.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor al acercar sus muslos a las velas encendidas.
- Creía haberte dicho que te estuvieses quieto, ¿recuerdas?. - Dijo entre risas mientras le clavaba la rueda de púas en mitad de la espalda teniendo cuidado de esquivar la cera caliente.
- Lo siento mucho, mi ama. Intentaré no moverme. - Se disculpó preocupado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario