Ya ni se las horas que habrán pasado, pero estoy entumecido, esta maldita cestita no puede ser mas pequeña ni adrede. Casi no tengo espacio para moverme.
Unas horas después..
- Me alegra ver que has dormido y descansado tal cual merecías. - Dijo mientras le regaba con la regadera llena de agua helada.
- Si mi ama, como desee. - Balbuceó medio adormilado.
- Pero que sucio estás.. ¿Te crees que puedes presentarte tan guarro delante de mi, sin ser castigado?. - Dijo mientras le miraba divertida.
- No, mi ama. Le ruego que me disculpe, tiene razón. Debería de estar mas presentable.
- Será mejor que te saqué fuera de casa. Procura no manchar nada o lo limpiarás a conciencia. - Dijo mientras le esposaba las manos por delante y tiraba de su bocado con fuerza para que se levantase deprisa.
- Si mi ama, como desee.
- Procura moverte rápido, y no me hagas perder el tiempo. - Dijo mientras le fustigaba las nalgas y tiraba de su cadena.
- Si mi ama, como desee.
Uy.. uy, es imposible que no manche la casa entera.. Si estoy embarrado y chorreando, lo voy a poner todo perdido. Quiera que no, voy a dejar la casa asquerosa.. Y seguro que luego me lo hará pagar. Ya lo creo que tiene mala idea..
Al menos ya estamos afuera, me vendrá de maravilla tomar un poco el sol, para un día que no llueve.. Casi hasta hace calor..
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