Un poco de música..

domingo, agosto 08, 2010

LA CASONA - DESCANSO AGRADABLE..





Uffff, estoy agotado. Casi no pasa aire a través de este puñetero tubo. Odio esta puñetera máscara..
Sé que debería intentar relajarme y descansar, pero ahora mismo solo pienso en que me llega un aire viciado y que estoy jadeando. Joder con la máscara, y para terminar de mejorar las cosas el collar..


Un rato después escuchó el sonido de sus pasos acercándose y se echo a temblar asustado.
Mierda.. esperaba que me dejase descansar un rato mas, estoy agotado. Pero, claro, era demasiado suponer que me fuese a dar un respiro..
Joder, un respiro es justo lo que yo necesito ahora.. Si tan solo me quitase la jodida máscara un par de minutos.. Pero no.. Me basta ver su cara para saber que quiere cualquier cosa, salvo dejarme descansar..

- Te hace falta moverte un poco. - Dijo mientras le soltaba las muñecas de la cadena del techo.
El se dejó caer de rodillas sobre el suelo apoyándose en las muñecas y la miró.

Ella le cogió por las muñecas y le soltó las esposas para volvérselas a poner esposadas a la espalda.
- Túmbate un rato y descansa, te hará falta. - Dijo riéndose.

Como si pudiese hacer otra cosa.. No puedo hacer nada.. ¿De que sirve intentar descansar si justo lo que mas me agota es no poder respirar con normalidad, y no hay nada que pueda hacer para poder tomar mas aire..
Mierda.. en esta postura juraría que respiro peor, estoy hasta mareado. Quizás si me sentase.. Pero no, sé que no le gustaría. No, no haré nada que pueda volver a enfadarla.

Al rato volvió a entrar en la habitación y para su sorpresa se lo quito todo, salvo la máscara y el collar, el la miró preocupado.

Uy uy.. Si me lo quita todo.. Seguro que el castigo que tiene en mente, es realmente terrible, casi fijo, aunque espero estar equivocado..
- A cuatro patas, y no te muevas o lo pagarás. - Dijo con severidad

El asintió con la cabeza
Al momento escuchó de nuevo ruidos a su espalda y tembló asustado..
- No te preocupes, apenas pesa.. - Dijo mientras le ajustaba la silla, cerrando los anclajes tan fuerte que le comprimían el pecho.
Después enganchó una cadena a su collar, se sentó sobre la silla, cogió una fusta y le dio un fuerte golpe en sus nalgas.

- Arre.. - Dijo mientras le daba un taconazo con las botas de espuelas.
Ufffffffffff, por si no me bastase con la fusta.. De entre todas sus botas, ha tenido que elegir precisamente esas.. Bonita tarde me espera..

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