- Ya estás casi a mi gusto. Aunque aún te faltan un par de detalles. Trata de no chillar, ¿estamos?.
El asintió con la cabeza y apretó los puños.
Sea lo que sea, será duro, sino no me recordaría que no chille y no me hubiese puesto esta mordaza..
Odio el maldito potro, sea como sea siempre acabo con todos los músculos en tensión y clavándomelo en las costillas o donde sea..
De pronto, lo notó, le estaba enculando con un dildo enorme, el ahogó un grito en su garganta y se puso tenso, mientras notaba como poco a poco el dildo le iba desgarrando.
ahhhhhhhhhhhhh - Chilló, la mordaza apenas podía sofocar sus gritos
Las primeras gotitas de sangre gotearon en el suelo, mientras se ponía rígido de la cabeza a los pies, y la miraba de soslayo, ella mientras tanto sonreía.
- Mucho mejor, te estaba haciendo falta un buen castigo. - Dijo riéndose
- Pero aún no he terminado, falta un pequeño detalle y te dejaré descansar un rato. - Dijo mientras unía sendos pesos al aro de sus huevos.
ufffffffffffff
¿Y a esto le llama pequeño detalle?. Ostias, ostias.. No se que es lo que duele mas, si mis huevos que parece que me los fuese a arrancar de cuajo, o el puñetero dildo clavándose hasta las entrañas..
Mierda, la próxima vez que me diga que tenga cuidado con tirar algo al comer, creo que mejor pasaré de tomar nada.. Joder.. Si tan solo tiré un par de galletas al suelo y mordisqueé unas pocas..
- ¿Estás cómodo?. - Dijo mientras le quitaba la mordaza
- Si, mi ama, lo estoy.
- No quiero escuchar la menor protesta. ¿Has entendido?.
- Si mi ama, como desee.
De nuevo ruidos a mi espalda.. Yo creo que lo hace adrede para que no pueda saber lo que me espera, sino ¿Porque siempre está todo lejos de mi vista?...
De pronto escuchó el sonido del látigo silbando en el aire, justo unos segundos antes de chocar contra su piel y supo lo que le esperaba.
- Aquí viene tu premio, espero que te guste. - Dijo mientras le asestaba el primer látigazo en sus muslos.
- Si mi ama, como desee.
Los látigazos se sucedían, mientras el se mordía los labios e intentaba con todas sus fuerzas no chillar
- Mi ama, por favor, pongame la mordaza, no aguantaré mucho sin chillar y no quiero que se enfade de nuevo.
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