LA CASONA - LARGA NOCHE..

Odio este jodido dildo, pero nada que ver con las pinzas.. A cada descarga me taladran.. Uf, no.. No puedo mas.. Otra vez no...
- Mmmmmmmmmmmmmmmmm - Chilló a través de la ajustada mordaza.

Y mientras tanto la puñetera vela se está terminando.. ufffff, espero que vuelva antes de que se consuma del todo..
Debo de llevar horas en esta postura, ya casi no siento mis costillas.. Estoy seguro de que cuando me permita levantarme tendré la mesa casi incrustada en mis costillas.

Los calambrazos se sucedían a un ritmo constante castigando sus ya doloridos pezones, mientras el dildo se encargaba de que estuviese a mil y el cinturón de castidad no le dejaba empalmarse..

Un rato después..
Ella entró y jugueteó con el mando a distancia aumentando y disminuyendo bruscamente la potencia..
- Ahhhhhhhhh. - Chilló de dolor a través de la mordaza.
- Es cierto, llevas un buen rato cómodo.. Te hace falta un buen descanso.. - Dijo riéndose mientras soplaba para apagar la vela y aumentaba la potencia de nuevo.

Joder.. Joder.. Menudo descanso.. A estas alturas lo que menos me molestaba era la vela.. Mierda de dildo.. Cada vez son mas fuertes los calambres..
Ya no puedo ni descansar entre uno y otro.. No, otra vez, no...
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmmm
- Me alegro de que te guste tu castigo. Que lo disfrutes.. - Dijo riéndose mientras apagaba la luz y cerraba la puerta a sus espaldas.
Será una larga noche.. Fijo que no pegaré ojo.. Es imposible que logre descansar ni un minuto.. Solo espero que el castigo se termine aquí y no me tenga preparada ninguna otra sorpresa para mañana..

LA CASONA - SUAVES PINZAS..

Odio este maldito cinturón.. Ya casi no puedo mas, si no lo tuviese puesto me habría corrido al menos tres veces.. Así lo único que consigo es ponerme a mil, sin tener ninguna forma de descargar la tensión.. Y mientras tanto la cera sigue cayendo gotita a gotita justo sobre mis pobres huevos..

Uffffff, espero que por lo menos no me haya escuchado chillar.. Se que no le gustaría nada que la desobedeciese, pero.. Ahora mismo maldigo al que inventó el jodido dildo.. Para colmo es imposible que deje de vibrar en toda la noche, ni siquiera es de pilas..

Joder con los calambrazos.. ufffffffffffffffffff

Al rato escuchó ruido en las escaleras, y se estremeció..

Joder.. Joder, no me había fijado en que la puerta estaba entreabierta.. Mierda, seguro que estará enfadada.. Espero que al menos no piense en aumentar el castigo..

- No se te puede dejar solo ni un par de horas. - Dijo desde el quicio de la puerta.

- Perdóneme, mi ama. No pretendía molestarla.

- Tan solo faltaba que lo hicieses para cabrearme.. - Dijo enfadada.

- No, mi ama. Le ruego sepa disculpar mi comportamiento, no pretendía incomodarla.

- No te preocupes, pronto estarás tan cómodo como mereces.

- Si mi ama, como desee.

- Para empezar te hace falta una buena mordaza. - Dijo mientras se la ponía.

Mierda.. Se ha enfadado aún mas conmigo que por lo del barro..

Joder, joder, joder.. Esas pinzas no.. No aguantaré esas pinzas, con tantos calambrazos, mas que clavadas, me las voy a incrustar.. uffffffffffffffffffff

- Mmmmmmmmmmmm - Chilló a través de la mordaza.

- Me alegro de que te gusten tus pinzas, que las disfrutes. - Dijo riéndose.

- Trata de relajarte. - Dijo mientras salía de la habitación.